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EPHEMERIS NAPOCENSIS XXV 2015 ROMANIAN ACADEMY INSTITUTE OF ARCHAEOLOGY AND HISTORY OF ART CLUJ-NAPOCA EDITORIAL BOARD Editor: Coriolan Horaţiu Opreanu Members: Sorin Cociş, Vlad-Andrei Lăzărescu, Ioan Stanciu ADVISORY BOARD Alexandru Avram (Le Mans, France); Mihai Bărbulescu (Rome, Italy); Alexander Bursche (Warsaw, Poland); Falko Daim (Mainz, Germany); Andreas Lippert (Vienna, Austria); Bernd Päfgen (Munich, Germany); Marius Porumb (Cluj-Napoca, Romania); Alexander Rubel (Iași, Romania); Peter Scherrer (Graz, Austria); Alexandru Vulpe (Bucharest, Romania). Responsible of the volume: Coriolan Horaţiu Opreanu În ţară revista se poate procura prin poştă, pe bază de abonament la: EDITURA ACADEMIEI ROMÂNE, Calea 13 Septembrie nr. 13, sector 5, P. O. Box 5–42, Bucureşti, România, RO–76117, Tel. 021–411.90.08, 021–410.32.00; fax. 021–410.39.83; RODIPET SA, Piaţa Presei Libere nr. 1, Sector 1, P. O. Box 33–57, Fax 021–222.64.07. 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DTP şi tipar: MEGA PRINT Coperta: Roxana Sfârlea © 2015 EDITURA ACADEMIEI ROMÂNE Calea 13 Septembrie nr. 13, Sector 5, Bucureşti 76117 Telefon 021–410.38.46; 021–410.32.00/2107, 2119 ACADEMIA ROMÂNĂ INSTITUTUL DE ARHEOLOGIE ŞI ISTORIA ARTEI EPHEMERIS NAPOCENSIS XXV 2015 EDITURA ACADEMIEI ROMÂNE SUMAR – SOMMAIRE – CONTENTS – INHALT STUDIES SABIN ADRIAN LUCA, FLORENTINA MĂRCUȚI, VASILE PALAGHIE Prehistoric Signs and Symbols in Transylvania (2). “he Sacred Pair” and “he Bird of the Soul”. he Neolithic and Aeneolithic Settlement from Tărtăria-Gura Luncii (Alba County) 7 MAGDALENA ȘTEFAN, DAN ȘTEFAN, DAN BUZEA From Sites to Landscapes in Late Second Iron Age Eastern Transylvania. New Perspectives on the Fortiied Sites from Jigodin 21 TOMÁS VEGA AVELAIRA Aquae Querquennae (Porto Quintela, Ourense. España): un campamento romano en el NW de Hispania 43 FELIX TEICHNER Ulpiana – Iustiniana secunda (Kosovo): Das urbane Zentrum des dardanischen Bergbaubezirks 81 MAREK OLĘDZKI Marcomanni and Quadi in the System of Client “States” of the Roman Empire 95 ROXANA GRINDEAN, VLAD-ANDREI LĂZĂRESCU, ANDREI-COSMIN DIACONU, CORIOLAN HORAȚIU OPREANU, SORINA FĂRCAȘ, IOAN TANȚĂU he Usefulness of Interdisciplinary Studies: Palaeoecological and Archaeological Aspects from NW Romania 105 ARCHAEOLOGICAL AND EPIGRAPHICAL NOTES ROMEO CÎRJAN La nomination des candidats aux magistratures et les sacerdoces municipaux selon Lex Troesmensium, ch. XXVII 135 EUGENIA BEU-DACHIN, CRISTIAN-AUREL ROMAN, LUCA-PAUL PUPEZĂ Aurelius Annianus, Procurator in Napoca 147 JUAN JOSÉ PALAO VICENTE Reburrus Tapori, un centurión auxiliar olvidado 167 VLADIMIR P. PETROVIĆ Les bornes milliaires de la Mésie Supérieure : contribution à l'ancienneté des voies et a l'interprétation des itinéraires romaines 177 ALEXANDRU AVRAM Un tribun de la Legio XIII Gemina dans une inscription tomitaine presque oubliée 185 MARIANA PROCIUC, VLAD-ANDREI LĂZĂRESCU Archaeozoological Data from Suceag Settlement 189 DÉNES HULLÁM People under the Dam. Migration Period Sites from the Bakonszeg Section of the Berettyó River 203 MÁRTA DARÓCZI-SZABÓ he Assessment of the Archaeozoological Material of the Migration Period Sites from Bakonszeg 229 KINGA HORVÁTH, TAMÁS HAJDU he Anthropological Material of the Avar Period Grave from Bakonszeg-Kórógy 233 FERENC GYULAI Analisys of the Food Remains from the Avarian Age Pot of Bakonszeg-Kórógy 235 REVIEWS Marko Dizdar, Zvonimirovo-Veliko polje. Groblje latenske culture 1 – A Cemetery of the La Tène Culture 1 (Monographiae Instituti Archaeologici 8), Zagreb 2013, 552 p. 239 Matteo Taufer (ed.), Sguardi interdisciplinari sulla religiosità dei Geto-Daci (Rombach Wissenschaften – Reihe Paradeigmata, Band 23), Rombach Verlag (Freiburg i. Br. / Berlin / Wien 2013), 250 p. 243 Daniela Leggio, Riti e culti ad Akrai. Interpretazione del complesso sacro. Scavi 2005 – 2006, Siracusa, 2013. XII+73 pp., ISBN: 978-88-909032-0-5 247 Petar Selem, Inga Vilogorac Brčić, ROMIC I. Religionum Orientalum monumenta et inscriptiones ex Croatia I, Znakovi I Riječi Signa et Litterae vol. V. (Zagreb, 2015), 183 p. 251 AQUAE QUERQUENNAE: UN CAMPAMENTO ROMANO EN EL NW DE HISPANIA AQUAE QUERQUENNAE (PORTO QUINTELA, OURENSE. ESPAÑA): UN CAMPAMENTO ROMANO EN EL NW DE HISPANIA Tomás Vega Avelaira Abstract: Aquae Querquennae (Porto Quintela, Ourense. Spain). A roman fort in the North-West of Hispania. In this paper the author presents the actual state of archaeological excavations at the fort and the principal objects found. Keywords: Aquae Querquennae, Cohors III, Legio VII Gemina, road-station, vicus and fort, roman army and Hispania. I. Introducción El campamento de Aquae Querquennae se encuentra en la provincia de Ourense en la comarca de la Baixa Limia, ocupando tierras que pertenecen a dos aldeas (Porto Quintela y O Baño) del municipio de Bande (provincia de Ourense) (Fig. 1). El conjunto posee una singularidad que condiciona tanto la realización de trabajos arqueológicos como su visita. El yacimiento está situado en la cota máxima que alcanzan las aguas del pantano de As Conchas cuando se llena por completo por lo cual, en determinados períodos del año, el recinto permanece anegado y no es posible su acceso. Fig. 1. Mapa de situación. Ephemeris Napocensis, XXV, 2015, p. 43–80 44 Tomás Vega Avelaira Los vestigios arqueológicos aparecidos en esta zona, concretamente en el lugar denominado por los lugareños como A Cidá, ya fueron conocidos en su día por eruditos y viajeros entre los cuales podemos mencionar a Barros Sivelo, Díaz Sanjurjo, Marcelo Macías entre otros. De todos ellos merece destacarse la igura de Florentino López-Cuevillas quien, en octubre de 1922, acompañado por Vicente Risco y Ramón Otero Pedrayo y tras una prospección previa en junio del mismo año, realizó una serie de excavaciones arqueológicas en el lugar – tal vez en algún tramo de la muralla1. Sin embargo, no existe un estudio detallado de los restos exhumados y de su localización precisa: tan sólo nos consta su identiicación con la tercera mansión (mansio) de la vía XVIII del Itinerario de Antonino, también conocida como Via Nova como consecuencia de la aparición de estos términos en algunos de los miliarios que la jalonan. Esta calzada enlazaba las capitales conventuales de Bracara Augusta (Braga) y Asturica Augusta (Astorga). Después de las diferentes campañas arqueológicas realizadas en las décadas de los años 70 y 80 y de los estudios efectuados por A. Rodríguez Colmenero será cuando se diferencien con claridad dos zonas, ambas en las inmediaciones de la calzada romana citada: una militar, correspondiente al campamento (castra), y otra civil (vicus), perteneciente a la aglomeración urbana surgida en su entorno, en el cual se establecería la mansión viaria. El campamento tuvo un corto período de ocupación que transcurre desde los primeros años de la dinastía lavia (69–79 d. C.) hasta los inicios del mandato del emperador Adriano (c. 120 d. C.), según se deduce del material arqueológico recuperado, en especial de la cerámica y de los numismas recuperados. Como señalaré en detalle más adelante, en este yacimiento siempre permaneció acantonada la misma unidad: la cohors III de la Legio VII Gemina. II. El campamento El asentamiento militar se sitúa a una altitud de 549 m.s.n.m. sobre una suave pendiente que no debió necesitar una nivelación previa de gran envergadura2 y a una distancia corta de la margen derecha del río Limia. Sus coordenadas geográicas son 41o 58’27” de Latitud Norte y 7o 58’ 51” de Longitud Oeste, siendo las coordenadas UTM: ETRS589 X = 584433 e Y = 46474003. Se trata de un campamento permanente (castra stativa) de forma rectangular, con las esquinas redondeadas que abarca una supericie interna cercana a las 2,6 ha (25.696 m2)4. Los investigadores suelen comparar esta forma con la de un naipe. Las características del lugar se buscaron en función de las recomendaciones de los autores clásicos5: existencia de un importante nudo de comunicaciones, amplia visibilidad, tierras aptas para el cultivo, agua potable y obtención de materias primas – en especial madera –, próximo al paso de un río, en esta ocasión el Limia; además, se contaba con la presencia de un manantial de aguas termales que dio nombre tanto al campamento como a la mansión viaria (Fig. 2). La existencia de dichas aguas jugó un papel relevante en la orientación del fuerte pues, el emplazamiento de la porta praetoria enfrente de ellas no resulta fruto de la casualidad. Estas aguas calientes pudieron ser utilizadas en un primer momento para la higiene de los soldados6 y, sin lugar a dudas, fueron uno de los aspectos clave para el desarrollo y la organización del vicus que surgía alrededor de todo fuerte y de la futura ediicación de la mansión de la vía XVIII, como se verá más adelante. CUEVILLAS 1922. Una aproximación historiográica al yacimiento puede consultarse en los siguientes trabajos: RODRÍGUEZ COLMENERO 2002, 218 – 321; FERRER SIERRA 2006 – 2007, 115 – 116. 2 Según Flavio Josefo, en su descripción de un campamento de etapa, cuando el terreno no era suicientemente llano se nivelaba (Bellum Iudaicum III, 5,1). 3 Datos tomados en la capilla de los estandartes (aedes) del cuartel general (principia). 4 Si tenemos en cuenta tanto la anchura de la muralla como la del foso, el campamento abarcaría en total una supericie próxima a las 3,2 Ha. (31.816 m2). 5 Polibio VI,27,31; Pseudo-Higinio, De munitionibus castrorum 57; Vegecio, Epitoma rei militaris I, 22 y III, 2. 6 Cfr. BUONOPANE 2013. 1 Aquae Querquennae: un campamento romano en el NW de Hispania 45 Fig. 2. Fotografía aérea del fuerte de Aquae Querquennae (Año 2013). La elección del recinto militar habría corrido a cargo de los especialistas de la unidad militar acantonada allí: los metatores, encargados de marcar el terreno donde se va a erigir el campamento para que, a continuación, el cuerpo de topógrafos (mensores) procediese a su levantamiento. El esquema urbanístico del campamento presenta una organización ortogonal en base a un eje transversal de 146 m de longitud, en sentido Norte-Sur, formado por la via principalis, y otro longitudinal de 176 m, en dirección Este-Oeste, compuesto por la via praetoria y la via decumana que se cruzaban delante del ediicio destinado a sede del cuartel general (principia). Además vemos como en su construcción se siguieron los consejos de los tratadistas clásicos, como el Pseudo-Higinio, y se adoptó una proporción entre anchura y longitud de 2 : 37. De este modo se diferencian las tres zonas canónicas de un fuerte: la pretentura, los latera praetorii y la retentura, diferenciadas por la via principalis, la via quintana y la via decumana (Fig. 3). Una red de calles de menor entidad, las viae vicinariae, completarían las zonas de tránsito en el interior del recinto. Las defensas El sistema defensivo del fuerte consta de una muralla rodeada por un foso y una serie de torres dispuestas tanto a intervalos regulares en las cortinas que unen los vanos de entrada al recinto como en los cuatro ángulos del asentamiento castrense. 7 Pseudo-Higinio, De munitionibus castrorum, 21. Para designar esta proporción el autor utiliza el término “tertiatus”. 46 Tomás Vega Avelaira Fig. 3. Planta del campamento (Año 2014). Fig. 4. Detalle de la muralla y una torre vistas desde el interior del campamento. Aquae Querquennae: un campamento romano en el NW de Hispania 47 a) El foso Un único foso de sección transversal en forma de V (fossa fastigata) rodeaba todo el perímetro del campamento con una profundidad máxima de 2 m y una anchura de 5 m, excepto en los emplazamientos de las cuatro puertas de acceso en donde se interrumpía. El borde del foso y la muralla se encuentran separados por un pequeño espacio llano (berma) de 1 m de anchura8. b) La muralla En las defensas sobresale su muralla (vallum) por su magnitud, de la cual se han excavado diversos sectores (Fig. 4). El muro defensivo consiste en dos lienzos de sillarejos de granito irregulares dispuestos en hiladas horizontales, rellenándose el hueco existente entre ambos con fragmentos de granito mezclados con arcilla, de un modo similar a un opus vittatum9. Tomando como base la información suministrada por otros yacimientos con campamentos similares su altura original se estima en torno a los 5 m.10 De los restos exhumados, un primer tramo se ubica, en su zona Norte y Nordeste donde se descubrió un lienzo de 18 m de longitud que conserva una altura media de 1 m, siendo la máxima de 1,10 m, y una torre semicircular en el ángulo, Un segundo sector excavado por completo corresponde a la línea defensiva comprendida entre la Porta Principalis Sinistra y la Porta Decumana, es decir un lienzo de 158 m de longitud y una anchura constante de 3 m que dispone de torres de planta cuadrada a intervalos regulares de 28,60 m entre las cortinas. Dichas torres tienen 3,60 m de lado, sobresaliendo 50 cm al interior y 10 cm al exterior. En el ángulo NW se erigió una torre de planta circular. En la campaña de 2014 se descubrió un nuevo tramo de muralla correspondiente al ángulo Suroeste. Ahí de nuevo se aprecia como el muro defensivo aparece redondeado, sobresaliendo hacia el interior y el exterior, y asociado a una torre de planta semicircular11. En el fondo del foso, en la zona septentrional, aparecieron varios bloques de granito semicirculares que coronaron Fig. 5. Remate de una almena de la muralla el remate de las almenas de la muralla12 Centro de Interpretación Aquae Querquennae – Via Nova, Portoquintela, Bande. Ourense). (Fig. 5). En los relieves históricos, como la 8 Respecto a este espacio se han constatado variaciones que oscilan entre los 0,30 m y 6 m, encontrándose con mayor frecuencia una anchura entre 1,5 – 2 m, tanto en los recintos pétreos como en aquellos con una muralla levantada con tierra y madera (JOHNSON 1983, 55). El campamento II de Ladenburg/Lopodunum (BadenWurttemberg, Alemania) dispone de un foso con las mismas características y dimensiones que el descubierto en Aquae Querquennae (SOMMER 2006 a, 308). 9 FERRER SIERRA 2006 – 2007, 118. 10 RODRÍGUEZ COLMENERO 2006a, 52; FERRER SIERRA 2006 – 2007, 119. 11 En el momento de entregar este trabajo para su publicación, en el yacimiento se encuentra en marcha la campaña de excavaciones de 2015 bajo la dirección de Santiago Ferrer Sierra, quien continúa trabajando en este sector, próximo a la zona de las letrinas (vid. infra). 12 Piezas similares fueron utilizadas en las almenas de los fuertes germanos de la Cohors II Raetorum civium romanorum, levantado en Bad Homburg von der Höhe/Die Saalburg (SCHALLMAYER 2006, 215) y en el Campamento II de Rottweil/Arae Flaviae (SOMMER 2006 b, 375). Por otro lado, en el denominado Sector 10 del limes renano (Odenwald), entre el fuerte de Swing y el puesto de guardia 10/34, un muro pétreo de 112 m de longitud y una anchura c. 0,60 cm y 1 m se remató con bloques semicilíndricos asentados a hueso (REDDÉ/ SCHALLMAYER 2006, 146). 48 Tomás Vega Avelaira Columna de Trajano (Roma) en donde se representan escenas de combate, los recintos almenados no se representan a escala y, en consecuencia, se hace difícil estimar la anchura existente entre las almenas. A. Johnson sugiere que, al menos, debía existir entre ellas una distancia mínima de 1,2 m13. Por su parte D. Baatz señala que, teniendo en cuenta que las murallas se defendían por medio de armas y objetos arrojadizos, la anchura entre los vanos de las almenas debía situarse entre los 1,2 y 2,4 m14. c) El intervallum y la via sagularis La defensa se completa con la existencia en el interior del campamento de un intervallum, es decir, un espacio de 11 m de anchura que separa la muralla de la primera línea de construcciones y que, de este modo, origina una calle (via sagularis) que circundaría el complejo militar, facilitando el tránsito de los soldados y, al mismo tiempo, resguardando a los ediicios en caso de peligro como, por ejemplo, un ataque con armas arrojadizas. d) Las puertas El campamento disponía de cuatro entradas abiertas en la muralla en los extremos de los dos principales ejes viarios. De ellas se han excavado por completo dos: la porta principalis sinistra y la porta decumana. En el lado septentrional del campamento se abre la porta principalis sinistra. Esta posee una fachada de 21,10 m y consiste en un acceso a través dos arcos lanqueados por sendas torres de planta rectangular con unas medidas de 12 m por 4,80 m. Los arcos de medio punto volteaban sobre la muralla y sobre dos pilastras cuadradas de 2 m de lado (spina). El espacio dejado entre las torres para la apertura de los vanos alcanza los 11,40 m. Las puertas de los fuertes romanos suelen caracterizarse por presentar un cierto grado de monumentalidad y, por este motivo, en las torres que enmarcan la porta principalis sinistra se recurrió al empleo de grandes sillares de granito a diferencia del resto de la muralla pudiendo hablar, en este tramo, de una fábrica de opus quadratum. Debido a la extracción de piedra en tiempos posteriores, la puerta fue arrasada hasta sus cimientos y, en la actualidad, se aprecia una reconstrucción parcial de la misma15 (Fig. 6). Fig. 6 Vista aérea de la porta principalis sinistra. JOHNSON 1983, 63. BAATZ 2006, 82 – 84. 15 La porta principalis del campamento de León guarda ciertas características constructivas con la del fuerte ourensano, vid. MORILLO 2010, 471. 13 14 Aquae Querquennae: un campamento romano en el NW de Hispania 49 A su vez en el sector occidental se excavó la porta decumana con una fachada de 14,40 m y un solo vano de acceso constituido por un arco de medio punto que descargaba sobre cuatro sillares que sobresalían de la línea interior de las torres para apoyar las hojas del portalón de madera. De este modo el espacio de tránsito entre ambas torres se reducía a 3,10 m. Esta puerta también se encontraba lanqueada por dos torres de planta rectangular con unas dimensiones de 12 × 4,85 m. Este punto de acceso al interior del recinto también presentaba un alto grado de arrasamiento y, del mismo modo, se ha recrecido para una correcta interpretación de los visitantes al yacimiento. Esta construcción era mucho más sencilla que la descrita previamente16. (Figs. 7 y 8). Fig. 7. Porta decumana. Fig. 8. Reconstrucción infográica de la Porta decumana. 16 FERRER SIERRA 2006 – 2007, 119. 50 Tomás Vega Avelaira Las construcciones intramuros La distribución interna de los ediicios se deinía por una disposición ortogonal en base a las vías principales, ya mencionadas, y el empleo de una planta estandarizada conocida por todos los soldados17. La meticulosa organización de un asentamiento militar llamó poderosamente la atención de Polibio quien, al describir un campamento de etapa, decía “que se tenía la impresión de que un ejército estaba entrando en su propia ciudad”18. Tras cuarenta años de excavaciones en el yacimiento (1975 – 2015) ya se pueden reconocer varios tipos de ediicios, tanto en la retentura como en los latera praetorii. a) El cuartel general (principia) Teniendo en cuenta su condición de cuartel general, los principia funcionaban como el centro neurálgico del campamento. En ellos se desempeñaban funciones administrativas, se celebraban ceremonias religiosas, se custodiaban las enseñas militares (signa militaria) y se guardaban los ahorros de los soldados19. Los principia20, excavados en el período comprendido entre 2003 – 2005, se levantaron en un espacio delimitado por una construcción todavía sin deinir al Norte – tal vez un barracón de tropa –, la via quintana al Oeste, otro barracón al Sur y la via principalis al Este. Durante las labores arqueológicas, esta construcción presentó un alto grado de arrasamiento por dos causas: la utilización de la piedra como cantera, tanto en época romana como en tiempos posteriores, y el paso de un camino de servidumbre moderno en sentido NW–SE. A pesar de estos condicionantes su planta aparece nítida para su descripción gracias, en especial, a la conservación de las zanjas de cimentación. Esta construcción se compone de un conjunto de espacios sucesivos y bien diferenciados comunes a los campamentos legionarios y a los fuertes auxiliares diseminados a lo largo y ancho del Imperio Romano: el vestíbulo, un patio porticado (forum), un pasillo transversal (basilica) y, en la parte trasera, una serie de habitaciones entre las cuales destaca la capilla de las enseñas (aedes signorum). Todos los recintos disponen de un pavimento de tierra batida al mismo nivel, excepción hecha de las habitaciones traseras. En ellas se identiicó el empleo de tarimas de madera y, en el caso de la aedes, de esquirlas de labra y arenas gruesas mezcladas con arcilla. Por otro lado, el suelo de la capilla, como suele ser habitual, se elevó 60 cm respecto al resto de estancias. El ediicio posee una fachada de 43,8 m, abierta a la via principalis por medio de un vestíbulo, y 32,1 m de fondo, ocupando una parcela 1.149 m2 equivalente al 4,4% de la supericie total del campamento (Fig. 9 y 10), y su eje longitudinal coincidía con los correspondientes a las vías praetoria y decumana de modo que se proyectaba exactamente sobre un podio situado en el patio y la capilla de las enseñas. A los principia se entra por medio de un gran vestíbulo rectangular con unas dimensiones de 13 m por 7,5 m (97,5 m2) que cuenta con tres puntos de acceso, una entrada principal situada en el eje del ediicio y otras dos laterales correspondientes a sendos deambulatorios cubiertos. Este vestíbulo invade parte de la via principalis. El tránsito del vestíbulo al patio (forum) porticado se efectuaba a través de una entrada de casi 2 m de anchura laqueada por grandes sillares almohadillados. El patio disponía de una planta también rectangular – 26 m × 10 m (260 m2) – con pórticos laterales abiertos en tres de sus lados. El pórtico oriental presenta una forma irregular debido a su invasión por el vestíbulo y dos estancias con unas limitadas dimensiones. Según S. Ferrer21, éstas últimas pudieron 17 18 19 POLIBIO VI, 42. POLIBO VI, 41,10, Sobre la evolución del desarrollo de la investigación de los principia, vid. FELLMANN 2006. RODRÍGUEZ COLMENERO 2006a, 83 – 98; FERRER SIERRA 2006 – 2007, 121 – 122; VEGA AVELAIRA/FERRER SIERRA/RODRÍGUEZ COLMENERO 2009. 20 21 FERRER 2006 – 2007, 123. Aquae Querquennae: un campamento romano en el NW de Hispania 51 Fig. 9. Vista aérea del cuartel general (principia). Fig. 10. Infografía representando parcialmente el ediicio de los principia. funcionar como arsenales (armamentaria). En el centro del patio se descubrieron los restos de un podio (podium) destinados a soportar algún tipo de monumento epigráico o a la colocación de alguna estatua (Fig. 11). Un tercer ámbito constaba de un gran pasillo transversal (basilica) de planta rectangular con unas dimensiones de 28 m por 8,7 m que abarcaba una supericie de 243,6 m2. Este recinto se comunicaba con el patio por medio de un acceso que no ha dejado su huella en el registro arqueológico. Por último, en la parte trasera del cuartel general, se ubicaba el área administrativa y sagrada, delimitada por el muro de cierre occidental, que constaba de una hilera de habitaciones 52 Tomás Vega Avelaira Fig. 11. Podium de los principia. Fig. 12. Habitaciones de los Principia con el suelo de la capilla de los estandartes (aedes signorum) sobreelevado. Aquae Querquennae: un campamento romano en el NW de Hispania 53 entre las cuales destacaba el santuario de las enseñas (aedes signorum). Este aparece alineado con los ejes de las vías decumana y praetoria y, al mismo tiempo, con el podium erigido en el patio (Fig. 12). Si es clara la identiicación de unas de las habitaciones con la aedes, gracias a su pavimento sobreelevado, no ocurre lo mismo con el resto de las estancias las cuales se dedicarían a las funciones de archivo (tabularium), scholae, etc. En el cuartel general se levantó una estatua de bronce de tamaño natural, cuyos fragmentos se encontraron en el pozo de uno de los barracones22. En líneas generales se puede decir que los principia de Aquae Querquennae guardan bastantes similitudes con los del campamento de la Legio VII Gemina de León/Legio23, lo cual resulta lógico al depender la Cohors III de la legión mencionada. b) Los graneros (horrea) Se sitúan en la zona de la retentura y su fachada principal se abre a la via decumana (Fig. 13). Los graneros (horrea) consisten en dos cámaras de planta rectangular adosadas pertenecientes al tipo C (“paired horrea”) de la tipología establecida por Rickman24. El granero oriental mide 21 m de longitud y tiene una anchura de 8,20 m. En su interior se identiicaron cinco alineaciones destinadas a la colocación de pilares cúbicos o tronco-piramidales que permitían la colocación de un pavimento de madera sobreelevado. Cada alineación constaba de 12 pilares separados por una distancia media de 1,25 m. Por su parte, la cámara de almacenaje occidental presentaba unas características similares aunque su anchura era mayor, alcanzando los 10,30 m. Entre los dos almacenes se estableció un estrecho pasillo de 1,5 m de ancho. Fig. 13. Graneros (horrea). Vid. infra. GONZÁLEZ FERNÁNDEZ/VIDAL ENCINAS 2005; GONZÁLEZ FERNÁNDEZ/VIDAL ENCINAS/ SAN ROMÁN FERNÁNDEZ 2015. 24 RICKMAN 1971, 228, ig. 44. 22 23 54 Tomás Vega Avelaira Varios de los pilares empleados para levantar los pavimentos de ambos graneros aparecieron in situ y, en su defecto, los hoyos de encaje de los mismos. Sus muros disponen de agujeros de ventilación y de sistemas de protección contra los animales dañinos construidos con el in de mantener las cosechas en buen estado de conservación. Cada granero (horreum) disponía de varios contrafuertes destinados a contrarrestar los empujes ejercidos sobre los muros por el peso de la cubierta de tejas y madera, del piso o del material almacenado. Ambos graneros se encuentran unidos por una fachada principal porticada parcialmente en sus lados meridional y occidental. En un primer momento, antes de inalizar la excavación arqueológica completa de esta estructura, se pensó en su función como una plataforma de descarga25 pero, al descubrirse en su totalidad en las campañas de 2006 y 2007, se identiicó como una estancia para almacenaje de productos que no necesitarían unas condiciones especiales de conservación; además se conirmó que la zona porticada no recorría completamente toda la fachada del ediicio26. Los ediicios destinados a la conservación de los productos resultaban fundamentales para la alimentación del soldado cuya ración anual de trigo se estima alrededor de 300 – 350 kilogramos27. Si creemos la información suministrada por Tácito28, cada fuerte disponía del avituallamiento necesario durante un año para la unidad en él acantonada. Hasta la fecha los graneros de Aquae Querquennae son los únicos identiicados en los campamentos de época alto-imperial identiicados en la Península Ibérica. c) El hospital (valetudinarium) Al lado de los graneros y orientado como ellos a la via decumana, se levantó también en la retentura un ediicio de planta rectangular – 24,40 m × 20,80 m – y una supericie de 507,52 m2 que se ha identiicado con el hospital militar (valetudinarium), imprescindible, según el según el Pseudo-Higinio29, en cualquier campamento ya fuera este permanente o de etapa (Fig. 14). En su construcción se empleó mampostería de granito con las zonas angulares reforzadas con grandes sillares almohadillados al estilo de la técnica conocida como opus incertum. El hospital contaba con trece habitaciones de planta ligeramente rectangular, cuyas supericies oscilan entre los 9,85 m2 y los 14,4 m2, y organizadas alrededor de un patio central (impluvium), a su vez circunvalado por un pasillo de 2,80 m de anchura. Un pequeño canal de piedra de 50 cm de anchura evacuaba el agua de la lluvia recogida en el impluvium y salía por la puerta de acceso, abierta en su lado mayor meridional, hacia la via decumana aprovechando la suave pendiente del terreno (Fig. 15). La identiicación de ediicios con este tipo de planta con un hospital genera cierta controversia. En un primer momento, A. Rodríguez Colmenero descartó que se tratase de la residencia del comandante de la guarnición (praetorium) o del taller (fabrica) existente en la mayoría de los recintos castrenses y, en consecuencia, determinó su función como la de un hospital y, con posterioridad, S. Ferrer Sierra corroboró la hipótesis de su predecesor30. d) Los barracones de los soldados (centuriae) En época alto-imperial al ver la distribución de los barracones (centuriae) dentro de cualquier campamento, legionario o auxiliar, se aprecia el elevado nivel de organización. Uno RODRÍGUEZ COLMENERO 2006a, 106. FERRER SIERRA 2010, 164. 27 REDDÉ 2006c, 111. 28 Agrícola XXII, 2, 3. 29 De munitionibus castrorum 4. El Pseudo-Higinio designa la zona correspondiente a la pratentura como el lugar ideal para el emplazamiento del hospital pero, como demuestra la arqueología, éste no tiene una ubicación ija, vid. REDDÉ 2006e, 121. 30 RODRÍGUEZ COLMENERO 2006a, 80 – 81; FERRER SIERRA 2006 – 2007, 120; VEGA AVELAIRA 1997, 201. 25 26 Aquae Querquennae: un campamento romano en el NW de Hispania 55 Fig. 14. Hospital (valetudinarium). Fig. 15. Canal de desagüe del hospital. de los principios básicos consiste en colocar a las unidades básicas, es decir las centurias, favoreciendo una circulación rápida y eicaz en el interior del recinto para favorecer su reagrupamiento en caso de necesidad. A ello debe añadirse que, desde la época republicana, el manípulo (manipulum), formado por dos centurias, se convierte en una unidad básica dentro del ejército31. Por ello vemos como en Aquae Querquennae los cuatro barracones excavados en la retentura se 31 REDDÉ 2006b, 105. 56 Tomás Vega Avelaira disponen dos a dos y sus puertas de acceso dan a la via sagularis. Un quinto barracón, parcialmente excavado, se levantó en los latera praetorii y su entrada se abre a la via principalis. Los barracones32 de los soldados presentan una estructura estandarizada con ligeras diferencias (Fig. 16). Cuentan con una planta rectangular y consisten en dos alineaciones afrontadas de habitaciones geminadas y comunicadas entre sí dispuestas alrededor de un patio central también rectangular con entrada por uno de sus lados menores. Este dispone de una cisterna de 1 m de diámetro y c. 2,5 m de profundidad a la cual iban a desembocar los canales destinados a recoger el agua de las lluvias (Fig. 17). Fig. 16. Planta del barracón de soldados nº 2. En un ala se ubican, por un lado, la casa del centurión y sus subalternos con varias compartimentaciones y un hogar y, por otro, cuatro estancias con dos ámbitos separados por un tabique, utilizándose el espacio posterior como lugar de habitación (contubernium)33 y el anterior como zona destinada para el equipamiento militar y el equipaje del soldado (arma). Algunas de las estancias disponen de un pequeño hogar hecho con material latericio (Fig. 18). Mientras en el ala opuesta se distingue un cuerpo de guardia con una sencilla planta rectangular, enfrente de la casa del centurión, y seis estancias para los soldados similares a las descritas. Todas las viviendas destacan por su sencillo pavimento, hecho de tierra batida, y la perfecta ejecución de las paredes en opus incertum. Estas últimas conservan hasta 1 m de altura y, originalmente, debieron estar revestidas de arcilla para evitar la entrada de agua y la humedad. FERRER SIERRA 2006 – 2007, 121; FERRER SIERRA 2010, 164; RODRÍGUEZ COLMENERO 2006a, 106 – 130. 33 En los campamentos permanentes es preferible la utilización del término contubernium para denominar este espacio de habitación, dejando el vocablo papilio para aquellos campamentos de tiendas de campaña. Vid. REDDÉ 2006b, 105 – 106. 32 Aquae Querquennae: un campamento romano en el NW de Hispania Fig. 17. Pozo y canal de drenaje de un barracón. Fig. 18. Hogar de un barracón de soldados. 57 58 Tomás Vega Avelaira Cada grupo (contubermium) de ocho soldados (contubernales) disponía de una habitación de 9 m2 de supericie y, por lo tanto, cada barracón alojaba a 80 soldados rasos con sus respectivos oiciales, es decir, una centuria completa. Las dimensiones de los barracones guardan cierta similitud. Por citar un ejemplo concreto, el denominado “barracón número 2” tiene una planta de 29,76 m de longitud por 24,23 m de anchura, ocupando una supericie de 721,08 m2. En cuanto a la cubierta de los barracones se identiican dos tipos, ambos dispuestos a dos aguas: una a base de tejas (tegulae) y otra de paja34. Las dos techumbres estarían sostenidas por sendas estructuras de madera (Fig. 19). En la via sagularis, en la zona de la retentura y próximos a la muralla, se han descubierto restos de dos hornos para cocción de alimentos. Se trata de plataformas ovaladas de las cuales se conserva un lienzo de la base pétrea que, originalmente, se cubriría con una bóveda de arcilla (Fig. 20). En ambos casos se disponen, más o menos, alineadas con el eje de sendos barracones de soldados a escasa distancia de sus puertas de acceso. De este modo, cada horno correspondería a una centuria35. Fig. 19. Recreación infográica de los barracones de los soldados (centuriae). Fig. 20. Plataforma de un horno para la cocción de alimentos. RODRÍGUEZ COLMENERO 2009, 35. FERRER SIERRA 2010, 165. Este autor los identiica con hornos destinados a la paniicación. En fuertes, como el de Elginhaugh (Escocia), aparecen hornos similares aislados en la zona de la retentura pero, en cambio, en la pretentura se encuentran dispuestos en batería: vid. HANSON 2007, 119 – 124. 34 35 Aquae Querquennae: un campamento romano en el NW de Hispania 59 e) Las letrinas (latrinae) En la campaña arqueológica correspondiente al año 2014, dirigida por Santiago Ferrer Sierra36 comenzó a trabajarse en una zona de la rententura próxima al ángulo SW de la muralla del campamento. Aquí aparecieron restos de un ediicio de planta rectangular y una canalización hecha con material latericio que se corresponden con las letrinas (latrinae)37 (Fig. 21). El hallazgo de esta estructura supone una excelente noticia dada la escasa información que, hasta la fecha, las intervenciones arqueológicas han proporcionado sobre este tipo de construcciones38. III. LOS MATERIALES ARQUEOLÓGICOS a) Metales El material metálico39 recuperado a lo largo de las excavaciones efectuadas en el campamento y publicado hasta la fecha no ha sido todo lo abundante que hubiéramos deseado, pero si lo suicientemente signiicativo ya que aparecen piezas de diversas categorías: armamento, Fig. 21. Letrinas. 36 Agradezco al director de las excavaciones sus informaciones sobre este particular. No deseo extenderme más sobre esta cuestión teniendo en cuenta que las excavaciones en esta zona, durante el año 2015, siguen su curso y que corresponderá a S. Ferrer Sierra dar y publicar la noticia pormenorizada de los resultados. 37 Según C. Ebeling la presencia de letrinas se detecta en todo tipo de instalaciones militares utilizadas por el ejército (fortalezas legionarias, fuertes auxiliares, fortines, torres e, incluso, campamentos de etapa o de entrenamiento), siendo su instalación muy variable y respetándose las necesidades locales (EBELING 2006, 124). La mayor parte de las excavaciones de letrinas en fuertes se han llevado a cabo en Gran Bretaña (Bar Hill, Bearsden, Caerleon/Isca Silurum, Castlecary, Chesterholm/Vindolanda, Dover, Exeter/Isca Dumnoniorum, Hod Hill/Dunum, Housesteads/Vercovicium, Nanstallon, Newstead/Trimontium, South Shields/Arbeia, Strageath y Usk/Burrium), aunque también se han identiicado en recintos castrenses de Alemania (Künzing/Quintana, Degenfeld y Oberaden) u Holanda (Valkenburg/Praetorium Agrippinae), vid. EBELING 2006, 126 – 127. 38 En su trabajo clásico sobre los campamentos romanos, A Johnson señalaba la relativa abundancia del hallazgo de letrinas privadas en los ediicios dedicados bien a residencia del comandante de la unidad o al alojamiento de los oiciales, al mismo tiempo que se hacía eco de la escasez de este tipo de instalaciones para el grueso de la tropa, cifrando en menos de veinte los fuertes que dispondrían de letrinas (JOHNSON 1983, 211 – 214). Gracias a la documentación escrita (papiros y tablillas de escritura) sabemos que, en los informes diarios del ejército, se menciona a soldados desempeñando tareas vinculadas con las letrinas. De este modo en un papiro egipcio, fechado en el mes de octubre de 87 d. C., leemos como M. Longinus, soldado de la Legio III Cyrenaica, se encontraba ad stercus. (P. Gen. Lat. 1, verso V = Chartae Latinae Antiquiores 7), es decir encargándose de la limpieza no sólo de los establos sino también de las letrinas (EBELING 2006, 126). 39 El material procedente de las excavaciones se encuentra depositado en el Museo Arqueolóxico Provincial de Ourense. 60 Tomás Vega Avelaira piezas de artillería, herramientas, instrumental médico-quirúrgico, objetos topográicos, elementos de equipamiento personal, etc.40 Materiales similares se han recuperado en diferentes asentamiento militares, tanto legionarios como auxiliares, dispersos por todo el Imperio Romano. La escasez de objetos metálicos se debe a diversos factores. En primer lugar, el abandono pacíico del campamento permitió que estos fuesen recogidos cuidadosamente, abandonando tan sólo aquellas piezas en mal estado o las almacenadas para un futuro proceso de reparación o reciclaje, sin obviar alguna pérdida accidental. Además los soldados ponían un celo extremo en el cuidado de sus pertenencias con una especial atención en lo referente al armamento. Por un lado, se les había deducido una cantidad de su sueldo (stipendium) para proceder al pago de las armas, dinero que podría recuperar tras su licenciamiento al comprárselas de nuevo su unidad41; por otra parte, la férrea disciplina militar procedía a castigar a todo aquel soldado que hubiera vendido las armas42 y al que las perdiera o entregara en tiempos de guerra43. La ausencia de grandes cantidades de material metálico también viene condicionada por el tipo de terreno sobre el cual se asienta nuestro campamento. La excesiva acidez del suelo acelera el proceso de corrosión y, por lo tanto, trae consigo la destrucción de muchas piezas, especialmente las fabricadas en hierro. Pese a todo, las excavaciones arqueológicas han suministrado muestras signiicativas de material como las referidas a continuación: - a) Equipamiento militar (militaria): diversas puntas de lanza y regatones (contus), fragmentos de espadas largas (spathae), un portapenacho (apex) de un casco del tipo Weisenau, varios dardos para lanzar con catapulta (pila catapultaria), una piqueta de tienda de campaña (paxillus tentorii), etc. (Fig. 22, 23 y 24). - b) Herramientas: picos y cuñas de cantero, diferentes tipos de clavos relacionados con la carpintería de armar y de taller, varillas de hierro, eslabones de cadenas, remaches, soportes de argollas, etc. - c) Piezas pertenecientes a la indumentaria personal: fíbulas de los tipos Alèsia y Fowler, clavos de sandalia (clavi caligae) y hebillas de cinturón. - d) Plomadas (perpendicula) para el trabajo de los topógrafos o de los albañiles de la construcción. - e) Instrumental médico-quirúrgico: un escalpelo (scalpellum), pinzas para la extracción de piezas dentales (forceps/rhizagra) o para la extracción de pequeños elementos (vulsella), una hoja de navaja de afeitar (navacula) o una hoja perteneciente a una tijera de lexión simple. - f ) Objetos diversos: llaves, anillas o arandelas, cuchillos, etc. - g) Monedas: un denario republicano, dos ases (uno de Claudio y otro de Vespasiano), dos denarios alto-imperiales (Vespasiano y Domiciano), así como dos sestercios y un dupondio emitidos por Trajano44 (Fig. 25). 40 Los objetos metálicos procedentes de las excavaciones se han ido dando a conocer progresivamente, tanto en publicaciones nacionales como internacionales, entre las cuales podemos citar: RODRÍGUEZ COLMENERO/ VEGA AVELAIRA, 1997; VEGA AVELAIRA 2002; VEGA AVELAIRA 2006; VEGA AVELAIRA 2008a, 474 – 476, Lámina XIX; y VEGA AVELAIRA/FERRER SIERRA 2009. Un conjunto diferenciado lo constituyen las monedas: FERRER SIERRA 2006. 41 BISHOP/COULSTON 2006, 262 ss. 42 D. 49,16,14,1 (Paulus, Liber singularis de poenis militum): “El haber vendido las armas es un crimen grave y que se equipara a la deserción, siempre que las vendiera todas, o también algunas, aunque hay que distinguir, pues si vendió la protección de las piernas o los hombros, debe ser castigado con azotes, pero si vendió la coraza, el escudo, el yelmo o la espada, se equipara a un desertor. Este crimen se disculpa más fácilmente en un bisoño y suele imputarse la culpa al guarda del campamento por haber entregado las armas a un soldado fuera de tiempo”. 43 D. 49,16, 3,13 (Modestinus, Liber quartus de poenis): “El militar que ha perdido o entregado sus armas en tiempo de guerra sufre la pena capital o, más humanamente, se le cambia de destino”. 44 En total ya se han publicado quince monedas de las cuales ocho son ilegibles. A la hora de utilizar los numismas para la datación debe indicarse que, debido a la perduración de su uso, tanto el denario republicano como el as de Claudio se consideran despreciables (FERRER SIERRA 2006). 61 Aquae Querquennae: un campamento romano en el NW de Hispania 1 0 2 5 10 cm Fig. 23. Proyectiles para lanzar con una catapulta (pila catapultaria). 0 0 5 10 cm 5 cm Fig. 24. Piqueta (paxillus tentorii) de una tienda de campaña. Fig. 25. Denario del emperador Domiciano. Fig. 22. Fragmentos de espadas largas (spathae) y de un porta-penacho (apex) correspondiente a un casco tipo Weisenau. 62 Tomás Vega Avelaira b) Piezas singulares de bronce Teniendo en cuenta sus peculiares características he querido realizar un tratamiento más detallado de tres piezas broncíneas que, por supuesto, podría haber incluido en el apartado previo. En primer lugar sobresale el hallazgo de los restos pertenecientes a una gran escultura de bronce (Fig. 26), elaborada a tamaño natural, que aparecieron durante las excavaciones llevadas a cabo en 198745. Se trata de trece fragmentos correspondientes a una estatua de un personaje masculino de alto rango como se deduce del recubrimiento de las piezas con una ina película de oro. La pieza más signiicativa tiene una altura de 7 cm y una anchura máxima de 6 cm y muestra la representación del ojo y de la nariz de un individuo46. En los demás fragmentos se distinguen detalles del cabello o de la vestimenta del retratado. Todo este material se encontró depositado en la cisterna de uno de los barracones destinados al alojamiento de los soldados. De este modo se impedía la reutilización de la obra47. La calidad del material empleado, el lugar del hallazgo, los detalles de algunos trozos de la escultura (cabello, ropajes) y su fractura intencionada han conducido a identiicar al personaje con el emperador Domiciano48 quien, durante el período de ocupación del campamento, fue el único emperador objeto de una damnatio memoriae49. Resulta obvio que una obra artística de semejante calidad se encontraba en los principia aunque, al aparecer fuera de su ubicación primigenia, no tenemos certeza de su emplazamiento exacto50. En las inmediaciones del campamento se halló de forma casual una pequeña igura de bronce que representa a un personaje, desnudo y alado, identiicable con Eros51 (Fig. 27) al cual le falta en su mano izquierda la característica antorcha, como parece indicar el oriicio presente en el puño del personaje. Este tipo de iguritas se vinculan con el culto doméstico52. La pieza mide 6,2 cm por 4,3 cm y en su tratamiento estilístico se aprecian claras inluencias de la tradición helenística53. En la actualidad se encuentra en manos particulares. El tercer bronce en cuestión se trata de una pequeña águila (6 cm × 6,5 cm) que tampoco apareció como consecuencia de excavaciones arqueológicas (Fig. 28). La pieza representa al ave De todos los campamentos conocidos en Hispania, los fragmentos de la escultura del fuerte de Aquae Querquennae son los únicos contextualizados arqueológicamente. En el Museo de Zamora se conserva un brazo de una estatua thoracata que procede de uno de los campamentos de Rosinos de Vidriales/Petavonium (provincia de Zamora) pero, según los últimos estudios se considera imposible datar la pieza ni con criterios estilísticos ni con datos arqueológicos (CLAVERÍA/KOPPEL 2007, 258). 46 Los daños en los órganos sensoriales de las estatuas – como la boca, la nariz o los ojos – resultan una constante en los actos de damnatio memoriae y, en ocasiones sólo se limitan a ellos al considerarse los principales elementos de identidad de los personajes (CADARIO 2013, 417). 47 Como bien se ha indicado, cuando se procede a la destrucción de estatuas que representan a personajes receptores de la damnatio memoriae, sus restos aparecen en contextos arqueológicos (pozos, cisternas, letrinas, ríos) que imposibilitan la reutilización de la obra, vid. HUET 2004, 249. Gracias a la obra de Procopio (Anécdota 8, 13 – 21), sabemos que en su tiempo todavía se encontraba en el clivus Capitolinus una estatua de Domiciano. Con probabilidad ésta se habría dejado dañada a la vista en un lugar público con una intención clara: transmitir los signos de la damnatio (CADARIO 2013, 420). Por su parte, Plinio el Joven en su Panegírico sobre Trajano (52) nos narra como las estatuas de Domiciano se mutilan con golpes de hacha, sus rostros se arrojan al suelo y los trozos correspondientes al cuerpo se funden al fuego. 48 RODRÍGUEZ COLMENERO 2006b, 156 – 157. 49 Vid. VARNER 2004, 111 – 135. 50 T. Sarnowski, después de realizar una recopilación de las inscripciones alusivas a las estatuas imperiales encontradas en los principia, concluye que éstas se colocaban en la basílica o en el patio y no en la capilla de las enseñas (SARNOWSKI 1989). Esta opinión ha sido matizada por O. Stoll quien señala que, primero, debería de hacerse también, en los campamentos legionarios y auxiliares, un inventario de los fragmentos atribuibles a esculturas encontrados en la aedes para resolver la cuestión con mayor seguridad (STOLL 1992). 51 Una estatuilla representando al mismo personaje procede de uno de los campamentos de Rosinos de Vidriales/ Petavonium en la provincia de Zamora (PEREA YÉBENES y ROMERO ROMERO 1991). 52 RODRÍGUEZ COLMENERO 2006b, 159. 53 HILLER 2002. 45 Aquae Querquennae: un campamento romano en el NW de Hispania Fig. 26. Fragmento de bronce dorado correspondiente a la estatua, probablemente, del emperador Domiciano. 63 Fig. 27. Figurita de bronce representando a Eros (Colección particular). con las alas explayadas y la cabeza, girada hacia su izquierda, posee un pico largo y curvo. En la parte inferior las patas se encuentran unidas de manera que dejan un oriicio circular. El tratamiento del plumaje en el cuerpo del ave se ha ejecutado de modo naturalista y con una exquisita precisión, representándose a modo de escamas. Para diferenciar la cabeza del resto del cuerpo, se efectuó por medio de un buril una incisión a la altura del pescuezo. La parte posterior de este ejemplar es lisa excepto en su eje central en donde sobresalen dos protuberancias que servirían para ijarla al asta de un estandarte (signum). Existen piezas muy semejantes a la nuestra como por ejemplo una procedente del campamento legionario de Windisch/Vindonissa (Suiza). Ante el sorprendente paralelismo con su homóloga del yacimiento suizo sugiero como hipótesis la existencia de un taller común para ambos ejemplares, concretamente en algún lugar de la Gallia, como Besançon o Alèsia, en donde ya han sido identiicados varios centros encargados de la fabricación de material militar (militaria) que se encuentra disperso por puntos tan distantes como el limes renano-danubiano o las provincias de Britannia y de Hispania54. c) Cerámica y vidrio Tanto la cerámica como los objetos de vidrio aparecen muy fragmentados dadas las características del terreno en el cual se encontraban enterradas. De todos modos se han recuperado piezas prácticamente completas. Como podría esperarse los fragmentos de teja (tegulae) se encuentran en grandes cantidades en un yacimiento de estas características. En ocasiones se identiican sellos que indican el nombre del alfarero (como SATVR, CLOVT, TSF o RVFI), diferentes marcas digitales e, incluso, pisadas de diferentes animales o soldados (varias tejas con improntas de clavos de cáligas) (Fig. 29). La cerámica común aparece en abundancia y se caracteriza por ser una producción uniforme elaborada mediante procesos simples. A grandes rasgos pueden distinguirse dos grandes bloques. Por un lado, una vajilla “oicial” compuesta por una serie de recipientes básicos, 54 VEGA AVELAIRA 2007, 474 – 476. 64 Tomás Vega Avelaira 0 Fig. 28. Águila. 5 cm Fig. 29. Fragmento de teja con la marca CLOVT correspondiente al alfarero. de uso individual o colectivo, pertenecientes a los servicios de cocina, almacenaje y transporte de alimentos. Y, por otro, una vajilla “privada” destinada al servicio de mesa: platos, cuencos y vasos. En este tipo de cerámica se percibe la existencia de tipos que siguen una tradición tanto indígena como romana55. Respecto a la cerámica TSH vemos como el material recuperado se corresponde casi exclusivamente con productos procedentes de los talleres de Tricio/Tritium Magallum, siendo el plato de la forma Drag. 15/17 el mejor representado dentro de las formas lisas con un porcentaje del 42% de la sigillata encontrada. Otros tipos de formas lisas con una aparición signiicativa son los siguientes: Drag. 27 (29%), Drag. 35 (10%) y Drag. 36 (10%). Respecto a las formas decoradas destacan los tipos Drag. 29 (44%) y Drag. 37 (12%)56. En las piezas de terra sigillata con relativa frecuencia se aprecian graitos de origen latino referidos a sus propietarios, siendo los antropónimos más habituales Flavius, Capitus y Severus57. Además de la sigillata el campamento de Aquae Querquennae ha suministrado otros tipos de cerámica de prestigio entre los cuales se encuentran la cerámica bracarense, la cerámica gris ina y la cerámica de paredes inas58. La cerámica bracarense (Fig. 30) no forma parte del suministro estatal a los soldados siendo adquirida por estos a título individual en ámbitos próximos al campamento, como pudieron ser su vicus o la mansión viaria. Su principal centro de producción se situaba en la ciudad portuguesa de Braga/Bracara Augusta y su difusión puede considerarse regional ya que prácticamente se limita al convento bracaraugustano. El estudio detallado del material aportado por las excavaciones arqueológicas sugiere que quizás en Aquae Querquennae existiese un alfar funcionando como ilial del centro portugués. La cerámica gris ina59 presenta un color característico que le da su nombre y sus supericies reciben diversos tratamientos decorativos: lisas, bruñidas o decoradas a ruedecilla, siendo previamente sometidas a un fuerte tratamiento de alisamiento o pulido. ALCORTA IRASTORZA 2006. CARREÑO GASCÓN 2006. 57 CARREÑO GASCÓN 2006, 396. 58 GONZÁLEZ FERNÄNDEZ 2006. 59 También conocida en la bibliografía como “cinzenta” por ser nuestros colegas portugueses los pioneros en su investigación. 55 56 65 Aquae Querquennae: un campamento romano en el NW de Hispania La presencia de la cerámica de paredes inas puede considerarse testimonial (dos cubiletes ovoides pertenecientes al tipo I deinido por Gimeno) aunque constituyen un grupo bien deinido que por sus características formales y técnicas se vinculan con las producciones elaboradas en el alfar de Melgar de Tera (Zamora). En los diferentes tipos de cerámica pueden leerse, en ocasiones, graitos que hace alusión al propietario o a los propietarios de las piezas. Las lucernas60 recuperadas aparecen muy fragmentadas y desgastadas lo cual diiculta tanto su clasiicación tipológica como la identiicación de los motivos decorativos. A través del estudio de los ejemplares recuperados en el yacimiento se ha propuesto la existencia de indicios de un taller local que imitaría, en particular, las lucernas de volutas y de disco. Desde el punto de vista tipológico se constata la presencia de lucernas de canal abierto y cerrado, de volutas, de disco y con aletas introducidas en Aquae Querquennae a través de las rutas procedentes del valle del Ebro. En muchos casos, en la base de las piezas, se conserva en relieve el sello del ceramista. Así se reconoce, por citar un ejemplo, la marca FORTIS en una lucerna de canal cerrado (Firmalampen) (Fig. 31) que sirve para identiicar la oicina matriz del conocido alfarero Lucius Aemilius Fortis, cuyo taller principal se encontraba en el norte de Italia, en las inmediaciones de Módena cuya mayor etapa productiva tuvo lugar durante la segunda mitad del siglo I d. C. y todo el siglo II d. C. Debido a su naturaleza el vidrio se encuentra muy fragmentado aunque no impide la identiicación de diferentes tipos de recipientes y contenedores, fabricados tanto mediante el soplado a molde (como por ejemplo las características botellas de los tipos Isings 50 a y b) como al aire (caso de los vasos del tipo Isings 34)61. El estudio de la marca CRF en el fondo de una botella Isings 50b (Fig. 32) ha traído como consecuencia 60 61 HERVES REIGOSO 2006, 563 – 611. HERVES REIGOSO 2006, 511 – 562. Fig. 30. Cuenco de cerámica bracarense. 0 5 cm Fig. 31. Fondo de lucerna con el sello FORTIS correspondiente al alfarero. 0 5 cm Fig. 32. Fondo correspondiente a una botella del tipo Isings 50 b con la marca del fabricante. 66 Tomás Vega Avelaira la hipótesis de la existencia de un taller de vidrio en el campamento romano de Aquae Querquennae.62 Algunas cuentas de collar de diversos tipos (oculadas, gallonadas) y colores (verde, azul cobalto), fabricadas con pasta vítrea y cuya función sería su utilización como adorno, han aparecido en escaso número63. El hallazgo de varios tableros (tabulae lusoriae) y ichas (calculi) de juego nos indican que los soldados disponían de algunos momentos de ocio en su vida cotidiana (Fig. 33). Este material lúdico se encuentra con frecuencia en los asentamientos militares. Los tableros se fabricaron reutilizando fragmentos de tejas (tegulae) y trazando en ellos con un Fig. 33. Tablero de juego (tabula lusoria) punzón una serie de líneas en forma de damero. y ichas (calculi). Un divertimento popular entre los militares era un juego de estrategia conocido con el nombre de ludus latrunculorum (el juego de los ladrones). La pasta vítrea fue utilizada para la elaboración de las ichas en diversos colores (verde, azul)64. IV. LA UNIDAD MILITAR ACANTONADA EN AQUAE QUERQUENNAE Ya a partir de las excavaciones arqueológicas dirigidas por A. Rodríguez Colmenero se consideró que la unidad asentada en este campamento era una de las tropas dependiente de la Legio VII Gemina que, como sabemos, tenías sus cuarteles de invierno en la localidad de Legio/ León65. En un principio, considerando tanto las características constructivas del campamento como los epígrafes aparecidos en el entorno, se barajaron diferentes unidades como sus posibles ocupantes. Entre ellas iguraban con cierto fundamento los siguientes contingentes: el Ala I Gigurrorum, la Cohors I Celtiberorum66 y la Cohors I Gallica equitata civium Romanorum67, sin descartarse la presencia ocasional de un destacamento de la Legio VII Gemina. Pero el enigma de la unidad acuartelada en Aquae Querquennae parece resuelto tras el hallazgo, en la campaña arqueológica de 2004, de un fragmento de teja (tegula) con un sello en el cual puede leerse la inscripción CII[I] (Fig. 34), desarrollándose como C(ohors) II[I], aunque sigue siendo una anomalía la escasez de material latericio con sus estampillas, máxime cuando se ha excavado una supericie considerable del fuerte. Esta unidad pertenecería a la tercera cohorte de la Legio VII Gemina. Si tenemos en cuenta tanto la supericie ocupada por el campamento como la disposición interna de los ediicios, quizás el destacamento fuera una cohors quingenaria equitata, es decir un cuerpo militar mixto compuesto por soldados de infantería y de caballería. Los infantes se encuadraban en 6 centurias (centuriae) de 80 soldados cada una y los componentes de la caballería en 4 escuadrones (turmae) de 32 jinetes cada una, sumando entre estos efectivos XUSTO RODRÍGUEZ 2001, 223 – 225; HERVES REIGOSO 2006, 546 – 547. HERVES REIGOSO 2006, 612 – 617. 64 HERVES REIGOSO 2006, 618 – 621. 65 Sobre la historia de la Legio VII Gemina, vid. PALAO VICENTE 2006. 66 La arqueología y la epigrafía han constatado que esta unidad se estableció en el campamento de Ciudadela (Sobrado dos Monxes, A Coruña), vid. COSTA GARCÍA 2009. 67 RODRÍGUEZ COLMENERO/VEGA AVELAIRA 1996, 21; VEGA AVELAIRA 1997, 202 y VEGA AVELAIRA 2002, 396. En su momento también llegó a barajarse la hipótesis de la presencia de la Cohors III Lucensium, aún reconociendo la falta de elementos de juicio de peso para ello (CARRETERO VAQUERO 1993, 66). 62 63 Aquae Querquennae: un campamento romano en el NW de Hispania 67 608 individuos a los cuales habría que añadir sus respectivos cuadros de mando. La unidad al completo se situaría bajo las órdenes de un praefectus cohortis68. Como señalé más arriba los datos arqueológicos nos indican la estancia aproximada de esta unidad hasta la segunda década del siglo II d. C., abandonando el campamento de modo pacíico en época de Adriano. Pero, ¿cuál iba a ser el nuevo destino de esta Cohors III? Según una reciente hipótesis C. H. Opreanu piensa que esta cohorte es la misma cuyas estampillas aparecen en las abundantes tejas encontradas en los principia del fuerte de Pomet Hill en 0 5 cm Porolissum, en la frontera NW de Dacia, una veces con la impronta CH III y otras con el Fig. 34. Fragmento de teja con el sello sello CIII y, en algunos casos, asociados a otras de la Cohors III. tejas con estampilla de la Legio VII Gemina. Según el investigador citado, a inales del mandato de Adriano, la cohors III de la legio VII Gemina se trasladaría a Porolissum para construir un campamento y ejecutar otros trabajos de carácter defensivo en la región69. V. LAS ACTIVIDADES DE LA COHORS III Cuando se construyó el campamento de Aquae Querquennae el Noroeste, como el resto de Hispania, se encontraba paciicado. De hecho tan solo poseía sus cuarteles en el suelo de esta provincia una legión: la VII Gemina. Este hecho resultó determinante para que, en las tareas de los soldados, las labores de control de los pueblos sometidos no concentrasen todos sus esfuerzos y pudieran dedicarse a otras misiones de sumo interés para Roma. En el caso concreto del territorio de los Quaerquerni, zona de asiento de la Cohors III, parece reinar la tranquilidad aunque la vigilancia y el control siempre se mantuvo dependiendo éstos del nivel de alerta según las circunstancias. El ejército contaba entre sus efectivos con un personal técnico altamente cualiicado (conocimientos de topografía, geografía, ingeniería) por cuya razón su intervención en las obras públicas fue constante. En nuestro caso, la participación de las tropas se centró especialmente en los aspectos que citaré a continuación. Ante todo destaca la participación en la construcción de una nueva calzada70 en el Noroeste como consecuencia de la nueva reorganización viaria programada por la llegada dinastía lavia al poder71. Me reiero a la vía XVIII, también conocida en la historiografía como Via Nova, 68 RODRÍGUEZ COLMENERO 2006c, 323; FERRER SIERRA 2006 – 2007, 124; VEGA AVELAIRA/ FERRER SIERRA 2009, 350 – 351; VEGA AVELAIRA/FERRER SIERRA/RODRÍGUEZ COLMENERO 2009, 466. Este sello conirma una interpretación previa de una marca digital en otra teja como Cohors III, vid. RODRÍGUEZ COLMENERO 1997, 475, nº 643. OPREANU 2013. Este autor tiene en curso de publicación nuevos datos sobre esta sugerente hipótesis. La participación militar en la creación de la red viaria imperial se encuentra constatada por numerosos testimonios: vid. VEGA AVELAIRA 2008, passim. 71 Tras la inalización de las Guerras Cántabras, ya se constata una primera gran intervención de las fuerzas militares en la puesta en funcionamiento de diversas infraestructuras (desarrollo de la red viaria, urbanización de los principales núcleos administrativos, explotación de los recursos mineros, etc.) en todo el Norte de la Península Ibérica Vid. IGLESIAS GIL 2008 – 2009. 69 70 68 Tomás Vega Avelaira que enlazaba las capitales conventuales de Bracara Augusta (Braga) y Asturica Augusta (Astorga) siguiendo el recorrido más corto, consistente en cruzar la provincia de Ourense en sentido SW-NE. Este itinerario, junto con las vías XIX y XX, pertenecía a la red oicial de calzadas imperiales que atravesaban la actual Galicia. En el Itinerarium Antonini, una obra redactada en época de Caracalla (196–217 d. C.) de la cual nos llegó una versión tardía que no es anterior al reinado de Diocleciano y de Maximiano (284–305 d. C.), igura con el nombre de Item alio Itinere a Bracara Augusta72 (Fig. 35). Fig. 35. Red viaria del Noroeste de Hispania. Gracias al testimonio epigráico de los miliarios73 conservados, sabemos que la vía XVIII fue inaugurada en el año 79 – 80 d. C. por Cayo Calpetano Rantio Quirinal Valerio Festo, por aquel entonces legatus propraetor de la provincia Citerior, con capital en Tarragona/Tarraco. Por otro lado, la unidad asentada en Porto Quintela vigilaría estrechamente el tránsito por esta calzada al ser uno de los medios de comunicación vitales vinculados a las explotaciones auríferas del Noroeste74, habiendo sido considerada la vía minera del Noroeste por excelencia75. Entre las explotaciones de oro sobresale la Zona Arqueológica de Las Médulas (León), consi72 Probablemente esta calzada sea la que mayor número de monumentos viarios posea en todo el Imperio romano. Vid. RODRÍGUEZ COLMENERO/FERRER SIERRA/ÁLVAREZ ASOREY 2004, 353 sqq. 73 Se trata de la vía con mayor número de monumentos epigráicos de todo el Imperio, vid. RODRÍGUEZ COLMENERO/FERRER SIERRA/ÁLVAREZ ASOREY 2004, 30. 74 La riqueza aurífera del cuadrante NW de la Península Ibérica ya fue resaltada por los escritores clásicos coetáneos a la época de explotación. Vid. PLINIO EL VIEJO, Naturalis Historia XXXIII, 78. 75 SASTRE/BELTRÁN/SÁNCHEZ-PALENCIA 2010, 126; OREJAS/SASTRE/ZUBIAURRE 2012, 38 – 39. Aquae Querquennae: un campamento romano en el NW de Hispania 69 derada la mayor mina del Imperio Romano, como atestigua la remoción de 100 millones de metro cúbicos de depósito aluvial aurífero76. Aquí los trabajos de extracción minera se llevaron a cabo especialmente durante la época lavia y el siglo II d. C. (Fig. 36). Fig. 36. Explotación aurífera de Las Médulas (León). En la promoción de las diferentes obras públicas del Noroeste tuvo un papel fundamental el núcleo urbano de Chaves/Aquae Flaviae (Portugal) debido a su categoría de municipio (municipium)77. VI. EL VICUS MILITAR Y LA MANSIÓN VIARIA Hasta la fecha la investigación sobre los vici militares de los campamentos sigue siendo la gran asignatura pendiente dentro de la investigación sobre la arqueología militar en Hispania. No obstante, poco a poco, van surgiendo novedades sobre dicho tema78. Como suele ser habitual el ejército romano arrastraba consigo a un buen número de seguidores (calones y lixae) atraídos por la posibilidad de obtener beneicio y progreso a través del suministro a los soldados de servicios indispensables79. La verdadera causa de la aparición de los vici militares residía en el interés que la paga regular recibida por las tropas ejercía sobre dichos seguidores. Por lo tanto, desde un primer momento, todo emplazamiento militar disponía del potencial de tener un vicus en sus inmediaciones y el fuerte de Aquae Querquennae no iba a ser una excepción. SÁNCHEZ-PALENCIA/FERNÁNDEZ POSSE ET ALII 2007, 145. RODRÍGUEZ COLMENERO/FERRER SIERRA/ÁLVAREZ ASOREY 2004, 657; OREJAS/SASTRE/ ZUBIAURRE 2012, 39; PALAO VICENTE 2012, 111. 78 Vid. un reciente sobre el estado de la investigación en MORILLO/SALIDO DOMÍNGUEZ/DURÁN CABELLO 2014, con especial mención sobre las aglomeraciones emergentes en las inmediaciones de la fortaleza legionaria de León/Legio VII Gemina. 79 VEGA AVELAIRA 2007, 76 – 78. 76 77 70 Tomás Vega Avelaira En la ubicación inicial del vicus inluyeron las directrices dadas por el comandante del destacamento ya que la distancia de separación entre el hábitat civil y el militar se acordaba desde un principio. De este modo, en su organización inicial inluyeron diversos factores entre los cuales podemos citar los siguientes: el emplazamiento del campamento contiguo y su orientación, la topografía del terreno, el trazado de las vías de acceso al recinto militar, la ubicación de ediicios con carácter oicial o el espacio reservado para los futuros cementerios utilizados conjuntamente por los milites y los vicani 80. En nuestro caso tenemos algunos datos de la existencia de un vicus que, a modo de hipótesis, pienso que pertenecería al tipo viario (“Strassentyp”) siguiendo la tipología de C. S. Sommer81. La razón básica reside en el paso de una importante calzada de la red oicial por este territorio: la vía XVIII del Itinerario de Antonino. Al inicio de este trabajo indicaba que el emplazamiento y la orientación del campamento no resultó fruto de la casualidad. El manantial de aguas termales condicionó su disposición, tanto para satisfacer algunas necesidades de la tropa como para establecer la normativa que regularía la ubicación del correspondiente vicus y la ediicación de un ediicio con carácter oicial, es decir la mansio viaria. Por lo general los vici se erigían siguiendo la prolongación del eje marcado por la via praetoria y, lo que resulta más llamativo, el 46% de los baños militares seguían la misma dirección82. Con esta situación vinculo el hallazgo del tramo correspondiente a un estrecho camino excavado en una zona intermedia entre el campamento y el ediicio identiicado como la mansión viaria. Se construyó a base de piedras graníticas irregulares y unidas con granito descompuesto, asentadas sobre el terreno natural y posee una anchura entre 1,5 m y 1,6 m, es decir, el equivalente a cinco pies romanos. Este camino, coetáneo al campamento, quedó amortizado por una construcción rectangular de un solo ámbito y unas dimensiones de 16,60 m de longitud por 8,80 m de anchura. La falta de materiales asociados a esta estructura impide la posibilidad de proponer una datación que, en cualquier caso, sería posterior a la ocupación del recinto militar.83 Fig. 37. Ediicio de planta rectangular ediicado sobre una calzada anterior amortizada. 80 81 82 83 VEGA AVELAIRA 2007, 78 – 81. SOMMER 1997, 43 – 45. SOMMER 1988, 548; VEGA AVELAIRA 2010, 311. FERRER SIERRA 2010, 165 – 166. Aquae Querquennae: un campamento romano en el NW de Hispania 71 La asistencia y utilización de las fuentes termales no excluye que se construyera a posteriori una instalación termal (balneum o balineum)84 especíico para la guarnición, aunque hasta la fecha las excavaciones arqueológicas no han proporcionado ninguna información al respecto. A unos 30 m de la zona meridional de la muralla se excavaron unas estructuras muy arrasadas y coetáneas a la construcción del campamento como nos indican los hallazgos de fragmentos de cerámica bracarense y de TSH 29. Dichas estructuras corresponden a tres estancias de una vivienda. Una de las habitaciones funcionó como lugar para cocinar como corroboró un hogar fabricado con tejas (tegulae) que ocupaba una supericie de 60 cm por 40 cm. Esta construcción se encontraba vinculada a una plataforma ovoide con la probable función de horno industrial que tenía unos diámetros de 1,90 m por 2,15 m y se encontraba enmarcada por un murete de granito. Al Este de esta plataforma se encontró otra similar con unos diámetros de 2,10 m por 2 m. Respecto a estas estructuras llama la atención la ausencia de huellas de carbonización en la misma aunque sí aparecen concentraciones de ceniza en sus proximidades. Asimismo se descubrió un pavimento aislado formado por tejas reutilizadas85. Como consecuencia de las crecidas del embalse de As Conchas esta zona se encuentra en un estado continuo de deterioro. Por otra parte, próximo a los manantiales termales próximos al campamento se excavó una supericie de 200 m2 en un paraje contiguo a la antigua iglesia de O Baño, y aparecieron los restos de una gran ediicación rectangular con horno, hogar, pozo, amplias estancias y un perfecto enlosado en su entrada a la cual se accede salvando una pequeña escalinata (Fig. 38, 39 y 40). Los hallazgos efectuados en las excavaciones de esta zona – por ejemplo, las monedas, la cerámica una fíbula de ballesta del tipo Keller-Pröttel 6/variante Swift 6i86– nos proporcionan una cronología que va desde la época lavia hasta el siglo IV–V d. C. La magnitud de la ediicación excavada ha llevado a identiicarla como una de las mansiones (mansiones) de la calzada XVIII del Itinerario de Antonino87. En éste se menciona a Aquis Querquennis como la tercera mansio88, situada a 14 millas de la mansión anterior (Aquis Originis) y a 53 millas89 del punto de partida (Braga/Bracara Augusta) (Fig. 41). Por su parte, en el Anónimo de Rávena, una compilación del siglo IX que maneja documentación anterior a los siglos IV y V, igura con el nombre de Aquis Cercenis90. Su función era la de servir como lugar de descanso donde se relevaban los correos, se cambiaban los carruajes y bestias de tiro y se alojaban los viajeros91. La vida de esta 84 En el lenguaje militar (sermo castrensis) parece utilizarse con mayor frecuencia el término balineum (pl. balinea) que el de balneum (pl. balnea), vid. VEGA AVELAIRA 2010, 301. 85 RODRÍGUEZ COLMENERO 2006a, 130 – 132 Este investigador cataloga estas ruinas con el término canaba aunque, en mi opinión, vicus sería más correcto. Sobre la utilización de los términos canaba o vicus, vid. BÉRARD 1992; SOMMER 1988; HANEL 2007; VEGA AVELAIRA 2007. 86 Esta fíbula posee un eje mayor de 9 cm y uno menor de 6 cm, pesa 81,54 gramos, se fabricó empleando una aleación ternaria de bronce (estaño, plomo, cobre) recubierta por una ina película de oro y, dada su calidad técnica, debió de pertenecer a un personaje de alto rango (AURRECOECHEA 2012, 378). 87 VEGA AVELAIRA 1997, 203 – 204; RODRÍGUEZ COLMENERO 2009, 15 – 18; RODRÍGUEZ COLMENERO/FERRER SIERRA/ÁLVAREZ ASOREY 2004, 369 – 370; RODRÍGUEZ COLMENERO/ FERRER SIERRA/HERVES REIGOSO 1998, 908 – 909; GONZÁLEZ SOUTELO 2009, 170 – 172. En las inmediaciones de la fortaleza legionaria de Mirebeau, ocupada por la Legio VIII Augusta entre los años 70 – 90 d. C., un ediicio de notables proporciones, en este caso con construcciones organizadas alrededor de un amplio patio con peristilo, fue identiicado como una mansión viaria (vid. GOGUEY y REDDÉ 1995, 27). 88 It. Ant. 428,3. 89 Este hecho se conirmó rotundamente con el hallazgo de dos miliarios: uno en el cual se lee el numeral LII, fechado en época de Maximino y Máximo, y otro, quizás correspondiente a la época de Adriano, en el cual igura la cifra LIII. Vid. RODRÍGUEZ COLMENERO 2006b, 150, nº 12; RODRÍGUEZ COLMENERO/FERRER SIERRA/ÁLVAREZ ASOREY 2004, 533, nº 432; FERRER SIERRA/RODRÍGUEZ COLMENERO 2010, 220. 90 Rav. 4,45 (320,3). 91 CAAMAÑO GESTO 1979, 112 – 116; RODRÍGUEZ COLMENERO/FERRER SIERRA/ÁLVAREZ ASOREY 2004, 369 – 370. 72 Tomás Vega Avelaira mansión estaría estrechamente vinculada tanto a la Via Nova como a aquellos caminos secundarios de la red no oicial que discurrían por esta región. Entre estos últimos merece destacarse la calzada Bracara – Aquae Querquennae – Coeliobriga – Dactonium – Lucus Augusti, jalonada por diversos miliarios92. Fig. 38. Vista aérea del gran ediicio de la zona civil identiicado con la mansión viaria. Fig. 39. Horno de la mansión. 92 RODRÍGUEZ COLMENERO/FERRER SIERRA/ÁLVAREZ ASOREY 2004, 700 – 711. Aquae Querquennae: un campamento romano en el NW de Hispania ▲ Fig. 40. Detalle de la entrada de la zona enlosada de la llamada mansión viaria. ► Fig. 41. Miliario indicando la milla LIII (Centro de Interpretación Aquae Querquennae-Via Nova, Portoquintela, Bande. Ourense). En aquellas zonas donde el proceso de romanización había sido poco acentuado los vici militares se disolvieron en el momento de partida de la unidad militar93. En nuestro caso, esto no ocurrió así puesto que el decurso de la vía XVIII y otras calzadas secundarias por este territorio, así como el establecimiento de una mansión viaria, habrían traído consigo un desarrollo urbano y socioeconómico lo suicientemente atractivo como para permanecer en el lugar. A esto debe añadirse interés suscitado en la época por el carácter salutífero del manantial de aguas termales como conirma el hallazgo de varias inscripciones votivas94. El hallazgo de estos epígrafes y algunos restos arqueológicos, junto con la calidad y la temperatura de estas aguas mineromedicinales – aguas de mineralización media, bicarbonatadas sódicas, luoruradas, litínicas, sulfuradas, con una VEGA AVELAIRA 2007, 95. RODRÍGUEZ COLMENERO 1997, 99 (nº 67) y 177 (nº 161). 93 94 73 74 Tomás Vega Avelaira temperatura de 46o –, llevan a S. González Soutelo a plantear la hipótesis de la monumentalización de este lugar en época romana95. Una clara prueba de la evolución urbana en Aquae Querquennae nos la proporciona Ptolomeo quien la deine como una polis96. TOMÁS VEGA AVELAIRA Grupo Arqueológico Larouco, Ourense, ES tomas.vega.tato@gmail.com BIBLIOGRAFÍA AURRECOECHEA 2012 J. AURRECOECHEA, Las fíbulas cruciformes en Hispania. In Carmelo Fernández Ibáñez/ Ramón Bohigas Roldán (Coord.). In Durii Regione Romanitas. Homenaje a Javier Cortés (Valencia, Santander 2012), 373 – 380. BAATZ 2006 D. BAATZ, L’architecture défensive sous le Principat. In M. Reddé/M. 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